Castro de Esmelle: día 8

Tralocastro: día 8 (4 de agosto de 2023). Foto: Eloy Taboada.

Tralocastro: día cero (24 de julio de 2023). Foto: Eloy Taboada.

Entre la primera y la segunda fotografía solamente median once días. Las dos imágenes hablan por sí solas. La diferencia es abismal. En la foto del día 24 de julio, vemos un lugar común invadido por la vegetación. En la del día 4 de agosto podemos apreciar la transformación de un espacio histórico olvidado. Este pequeño “milagro” ha sido posible gracias al trabajo de un grupo de arqueólogos durante dos semanas. Lo que hasta hace poco era un sitio inaccesible, sin interés, ayer se convirtió por unas horas en un polo de atracción por su valor patrimonial. Fue muy emocionante ver el numeroso público, de todas las edades, que se acercó hasta Esmelle para ver con sus propios ojos el trabajo de los arqueólogos en el castro ferrolano. Fue un día histórico. Es evidente que nuestro pasado interesa y se valora cuando se da a conocer y se explica por aquellos que mejor lo conocen. El reguero de visitas durante todos estos días de arqueólogos, autoridades, vecinos y curiosos son la mejor prueba del eco que ha tenido esta primera intervención en el yacimiento.

Desde sus primeros pasos, el proyecto de excavación y valorización del castro de Esmelle pone en evidencia su indiscutible potencial científico, patrimonial y social. Es tarea de los investigadores, de la sociedad y de la administración aprovechar esta oportunidad para beneficio de todos. La semilla ya está sembrada. Ahora hay que regarla y cuidarla con el máximo mimo para que dé los mejores frutos. No ha sido un sueño. Lo que un grupo de arqueólogos ha hecho en Tralocastro estos días es historia. Tenemos que seguir remando todos en la misma dirección para que este ilusionante proyecto sea un éxito de y para todos. El siguiente paso debe ser la limpieza de vegetación del castro por parte del Concello de Ferrol, propietario de los terrenos en los que se enclava el castro, para poder continuar con garantías los próximos trabajos y actuaciones.

No puedo terminar este diario sin mostrar mi agradecimiento a todas las personas que han contribuido al éxito de la puesta en marcha de este proyecto “coral”. Doy las gracias a las autoridades universitarias y municipales, a los vecinos (en particular, a la asociación vecinal de San Xoán de Esmelle y a su local social), a la familia, a los amigos y, sobre todo, al equipo humano desplazado hasta Esmelle desde distintos puntos de Galicia: Helena, Samuel, Borja, Martín, Eloy, Eduardo, Juan I y II, Antía, Víctor, Elena y Verónica. Ha sido un placer trabajar juntos. Dos semanas después, uno vuelve a casa, y a su rutina diaria, con la sensación de haber vivido una experiencia vital inolvidable. En Tralocastro hay una atmósfera mágica que te atrapa.

Tras proteger y tapar con el máximo cuidado los vestigios arqueológicos hallados, este diario llega a su final. Pero nada termina aquí. Al contrario, este es el principio de todo. Ahora toca estudiar, con rigor y método, todos los datos y los materiales obtenidos en la excavación con el objetivo de llegar a unas conclusiones. El camino de la arqueología es largo y la prisa mala compañera. Seguimos trabajando.

Continuará…

Un abrazo y feliz verano.

Juan Luis Montero Fenollós

El equipo de trabajo de la campaña 2023 en el castro de Esmelle. Foto: Eloy Taboada.

Proceso de cubrición con geotextil y sacos de tierra de la zona excavada para su protección, antes de su futura consolidación y restauración. Foto: CAEP.

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